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  • Foto del escritorColegio Triana

10 Consejos del Papa Francisco para un Matrimonio feliz


El Papa Francisco, con sus grandes lecciones de vida, se ha encargado de acercarse a la gente y conquistar los corazones de católicos e incluso de personas pertenecientes a otras religiones. Su carisma y simpatía han jugado un papel fundamental. Amor, respeto e igualdad, tres de las lecciones que el Papa Francisco ha ido predicando a lo largo de su papado y que ahora nos comparte para fortalecer y tener un matrimonio feliz y duradero.


1. Construyan su casa juntos

Construir significa favorecer, prepararse para crecer juntos, construir su casa, vivir juntos para siempre. No construyan en la arena de los sentimientos que van y vienen, sino en la roca del amor autentico, el amor que viene de Dios. La familia nace de este proyecto de amor que quiere crecer como se construye una casa, que sea espacio de afecto, de ayuda, de esperanza, de apoyo.

2. Hablen siempre, la comunicación es básica

Muchas dificultades que hacen que las parejas se disgusten o digan “es que no me entiende”, etc., probablemente tienen su origen en algunas diferencias de comunicación y es que no todas las personas entienden las cosas de la forma que cada cual lo hace, ni se expresan a través de los mismos medios. Descubrir la forma de comunicación de su pareja y la mejor forma para expresarle los sentimientos les será por eso de gran ayuda.

3. Paciencia.

El amor tiene siempre un sentido de profunda compasión que lleva a aceptar al otro como parte de este mundo, también cuando actúa de un modo diferente al que yo desearía.

"La paciencia nombrada en primer lugar no es una postura totalmente pasiva, sino que está acompañada por una actividad, por una reacción dinámica y creativa ante los demás. Indica que el amor beneficia y promueve a los demás. Por eso se traduce como servicial".


4. Practiquen la oración

En este camino es importante y necesaria la oración, siempre. Él para ella, ella para él, y los dos juntos. Pidan a Jesús que multiplique su amor. En la oración del Padrenuestro decimos: “Danos hoy nuestro pan de cada día”. Los esposos pueden aprender a rezar también así́: “Señor, danos hoy nuestro amor de cada día”, porque el amor cotidiano de los esposos es el pan, el verdadero pan del alma, el que les sostiene para seguir adelante.

5. Celebren juntos y alégrense de sus triunfos

"El verdadero amor valora los logros ajenos, no los siente como una amenaza, y se libera del sabor amargo de la envidia. Acepta que cada uno tiene dones diferentes y distintos caminos en la vida".


6. Aprendan a pedir perdón

Aprendamos a reconocer nuestros errores y a pedir perdón. “Perdona si hoy levanté la voz”; “perdona si pasé sin saludar”; “perdona si llegué tarde”, “si esta semana estuve muy silencioso”, etc. Podemos decir muchos “perdón” al día. También así crece una familia cristiana.

"Si permitimos que un mal sentimiento penetre en nuestras entrañas, dejamos lugar a ese rencor que se añeja en el corazón (...)


7. Confía

"La confianza hace posible una relación de libertad. No es necesario controlar al otro, seguir minuciosamente sus pasos. Esa libertad (...) permite que la relación se enriquezca y no se convierta en un círculo cerrado y sin horizontes. (...) Al mismo tiempo, hace posible la sinceridad y la transparencia, porque cuando uno sabe que los demás confían en él y valoran la bondad básica de su ser, entonces sí se muestra tal cual es, sin ocultamientos"


8. Vean el Matrimonio como una fiesta

El Matrimonio es una fiesta, una fiesta cristiana. Lo que sucedió en Caná hace dos mil años, sucede en realidad en cada fiesta de bodas: lo que hará pleno y profundamente auténtico su Matrimonio será la presencia del Señor que se revela y dona su gracia. Es su presencia la que ofrece el “vino bueno”, es Él el secreto de la alegría plena, la que calienta verdaderamente el corazón. Es la presencia de Jesús en esa fiesta. Que sea una hermosa fiesta, pero con Jesús. No con el espíritu del mundo.


9. Trabajen juntos

El Matrimonio es también un trabajo de todos los días, podría decir un trabajo artesanal, un trabajo de orfebrería, porque el marido tiene la tarea de hacer más mujer a su esposa y la esposa tiene la tarea de hacer más hombre a su marido. Crecer también en humanidad, como hombre y como mujer. Así, los hijos tendrán esta herencia de haber tenido un papá y una mamá que crecieron juntos, haciéndose –el uno al otro– más hombre y más mujer.


10. El compromiso

Como lo muestran las encuestas y lo repite la doctrina de la Iglesia, el amor matrimonial se basa en la fe y compromiso que un cónyuge profesa por el otro. Muchos problemas de comunicación, de intimidad, y de convivencia se evitan si ese voto de confianza y la decisión de amar al otro, pronunciado el día del matrimonio, se sigue usando y fortaleciendo cada día, y ante cada situación.


En el Triana, contamos con el apoyo de otras instituciones como LAR (orientación familiar), FAPACE, entre otros para apoyar al fortalecimiento de la vida espiritual y matrimonial de nuestros padres de familia. Nuestro compromiso es con la sociedad, a través del desarrollo e impulso a nuestras familias.


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